Debo aclarar que Colombia no
“eligió” ni que los “colombianos le dijeron NO al plebiscito” como lo dicen
medios nacionales e internacionales, pasadas las elecciones democráticas de
Colombia para aceptar los acuerdos del gobierno con las FARC, los cuales se han
tratado en los últimos 4 años para dar inicio a la paz. El rechazo a los
acuerdos lo manifestaron tan solo 6.429.730 personas de los 47,12 millones de
COLOMBIANOS que somos, y de los cuales 34.899.945 estábamos habilitados para
votar.
Lo preocupante no sólo son los que
votaron NO, porque al final ejercieron su derecho de opinión, produce más
preocupación que 170.946 votos fueran anulados, sin mencionar los 86.243 más,
que no se marcaron y el dato que más da terror: 62.2% se abstuvieron de votar,
es decir ¡¡A más de 21 millones de colombianos (sin generalizar) les importa un
carajo lo que pasará con uno de los momentos históricos más importantes para el
desarrollo de Colombia??
Al hablar, leer y ver a mis
familiares, amigos, colegas y compatriotas copartidarios del SI, el sentimiento
de tristeza, ira e incertidumbre se hace más y más gigante; nos preguntamos uno
a otros: ¿Cómo es posible que ocurra esto? ¿Ahora que va a pasar? ¿Acaso los
demás no piensan en las victimas? ¿Cómo es posible que hayan creído las
mentiras del NO? ¿Las FARC aceptarán cambios a lo ya firmado o se negarán y
volverán al monte?... Esas y miles de preguntas más merodean en nuestra mente
desde hoy hasta que se cumpla el tratado.
Desde el inicio las campañas de
ambos bandos, intentaron convencer a los votantes para que escogieran “la mejor
opción”, tanto el SI y el NO, usaron discursos que apelaban a los sentimientos;
el primero pidió esperanza y cambio, y el segundo brindaba un miedo disfrazado
de “lucha por la injusticia” y además, la cabeza del movimiento habla con
confianza creando un lazo directo con las personas. Pero ahora después de las
votaciones a ambos se les complica el discurso, no pueden atacarse, deben
unirse y acordar que están de acuerdo para construir la paz tanto el SI como el
NO defendían y que todos los colombianos merecemos desde hace más de medio
siglo.
Como dice la canción: - Y me
pregunto ¿qué será? ¿Qué será? ¿Qué será?... ¿Qué será lo que pasa con tanto
colombiano indiferente, desinformado, perezoso, ingenuo e incrédulo?, ¿será la
falta de lectura y educación la raíz de nuestros problemas? O simplemente
¿todos están cansados de la politización de todos los temas del país (salud,
economía, educación, servicios públicos, etc) y ya no confiamos en ningún
dirigente?... Por ahora sólo esperaré impacientemente por lo que pueda pasar
con Colombia, a fin de cuentas mi voto fue un grano de arena de buena voluntad
por ver a Colombia mejor, ya lo demás queda en manos y mente de los 47 millones
de personas que a pesar de todo tenemos el honor de llamarnos colombianos .
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